miércoles, 13 de abril de 2016

Callejón de los Perros


El estrafalario nombre de "Cajón de Riales" con que divulgo moteaba a Doña Nicolosa Rojas, se debía a que cuando algún indiscreto aludía a la muchas riquezas que se presumía estaba reuniendo, ella contestaba: "apenas un cajoncito de riales para mantener a mis animalitos", porque su casa contenía multitud de perro de todos tamaños, razas y colores. su oficio era de prestamista, su casa estaba situada detrás de la calle de la estación de Ferrocarril y era la mejor y la mas grande de aquel barrio; tenia un postigo por donde hacia sus operaciones financieras a fin de que nadie penetrara en su antro, cosa que nadie deseaba por temor a los perros. Todo el mundo la aborrecía, por el alboroto que armaban por las noches especialmente de luna, los vecinos no podían dormir.
 

Se rumoreaba que traficaba con alhajas robadas, pero nadie se atrevía a denunciarla. En una ocasión llegaron los titirineterosa esta ciudad y pusieron su carpa en la "Plazuela de Carretas", eran tres hombres y dos mujeres con aspecto de gitanos; uno negro parecía el efe. "Doña Cajón", que nunca iba a ninguna parte, asistía todas las noches a sus funciones. A la salida, el negro la acompañaba a su casa. la ultima noche la vieron los vecinos cenar con los artistas en una fonducha instalada cerca de la carpa. Al día siguiente amaneció robado el santuario de Nuestra Señora del Patrocinio de la bufa; una gran indignación causo en toa la ciudad el sacrilegio atentado; las autoridades tomaron cartas en el asunto, pero nada lograron remediar.

pocos días después hubo cambio de personal en el rastro y el nuevo mozo no supo de la obligación de llevar la carne hasta la casa de "Doña Cajón", por las noche los aullidos de los perros se hacían insoportables, hasta que los vecinos espantados por esa espantosa jauría se vieron obligados a quejarse a las autoridades. El espectáculo que presenciaron los curiosos que acompañaron a los policías fue horrible:en inmundo cuarto yacía "Doña Cajón" devorada por los perros. en un armario había multitud de joyas y entre ellas, las robadas a la Virgen del Patrocinio, igualmente que sus vestiduras. Todos el mundo atribuyo justo castigo del cielo la muerte horrible de la prestamista. Desde entonce se le denomina "Callejón de los Perros".

No hay comentarios.:

Publicar un comentario